Crisis globales: Amenazas para la seguridad alimentaria

Arias Milla, Francisco Roberto

Ingeniero Agrónomo Fitotecnista, egresado del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), México; M.Sc. y Ph.D., egresado de la Universidad de Florida, Gainesville. Ha sido investigador del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza, Costa Rica (1980-83) y del Centro Internacional de mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), México, Ghana y África Oriental (1985-94); Director Ejecutivo del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal, El Salvador (1994-96); Consultor del Fondo Internacional para el Desarrollo de la Agricultura y del Servicio Internacional para los Sistemas Nacionales de Investigación Agrícola (1996-97); Representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en República Dominicana (1997-2003), en Cuba (2003-07) y en Venezuela (2007-presente).
Correo electrónico: [email protected]

RESUMEN:

El Objetivo 1 de la Declaración del Milenio, busca reducir a la mitad el número de personas subnutridas para el año 2015 tomando como fecha base el año 1996. Sin embargo, tres crisis globales actuales: la del alza de los precios de los alimentos, la financiera y la climática, han hecho la consecución de este objetivo una realidad más difícil de alcanzar, a la vez que han magnificado el problema del hambre mundial. El Informe de la FAO sobre el Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo 2008 nos muestra que tan solo en su último periodo de estudio, entre 2003-05 y el 2007, 75 millones se añadieron a la cifra total de personas hambrientas. Esto también evidencia que las respuestas iniciales de los gobiernos en materia de políticas sobre seguridad alimentaria han tenido un efecto limitado.

Aunque la responsabilidad recae sobre diversos factores, el presente artículo busca explicar brevemente como estas tres crisis globales han afectado negativamente las cifras de hambre en el mundo. Por un lado, se encuentra el aumento de los precios de los alimentos como consecuencia de la reducción en la reserva mundial de cereales, el alza de los precios de los fertilizantes, transporte y energía, la utilización de productos alimentarios para la fabricación de bio-combustibles y el aumento en la demanda de alimentos por parte de los países con economías emergentes. Por su parte, la crisis financiera y económica ha incrementado el desempleo, reducido la ayuda internacional y la inversión en países en desarrollo, aumentando las cifras de pobreza. Y, a su vez, la aceleración del cambio climático como consecuencia de la expansión de la actividad humana, ha afectado la disponibilidad de agua para el riego, tierras para el cultivo, la acuicultura y la ganadería, aumentado la pérdida de biodiversidad y amenazando la seguridad alimentaria. Estas tres crisis paralelas están afectando principalmente a aquellos que históricamente han sido más vulnerables: pobres rurales y urbanos, mujeres, niños, ancianos, discapacitados y enfermos, llevando a millones de personas a la inseguridad alimentaria y empeorando las condiciones de muchas que ya la padecían. Actualmente el hambre proyectada en el mundo llega a un pico histórico de 1.020 millones de personas hambrientas, aproximadamente un sexto de la población mundial, de los cuales, 53 millones se encuentran en América Latina y el Caribe.

El camino hacia la consecución del ODM 1 se hace largo, sin embargo la Conferencia de Alto Nivel sobre la Seguridad Alimentaria Mundial del 2008, muestra algunas luces: 1) resolver la crisis alimentaria asegurando el acceso a los alimentos a los estratos más vulnerables a través de ayudas alimentarias; 2) aumentar la producción y productividad local, en especial de los pequeños agricultores y; 3) adaptar las políticas y estrategias de los gobiernos para afrontar y/o mitigar los efectos de las crisis.

PALABRAS CLAVES: crisis global, amenazas para la seguridad alimentaria, alza de los precios de los alimentos, crisis financiera mundial, cambio climático.

ABSTRACT:

Goal 1 of the Millennium Declaration, aims to halve the number of undernourished people by 2015. However, three current global crises: the rising price of food, financial and climate have made the achievement of this goal a reality more difficult, while have magnified the problem of world hunger. FAO’s 2008 report on the State of Food Insecurity in the World, shows that only in the last period, from 2003-05 to 2007, 75 million were added to the total number of undernourished people. This also shows that governments’ response-policies, have had limited effect on food security. This article tries to briefly explain how these three global crises have negatively increased the total number of hungry people. First, higher prices of food, as a result of a reduction in world grain reserves, higher fertilizer, transport and energy prices, the production of bio-fuel and the increase of the food demand from emerging economies. Secondly, the financial and economic crisis has increased unemployment, reduced international assistance and investment in developing countries increasing poverty. Thirdly, the dramatic acceleration of climate change as a result of increased human activity has affected the availability of water for irrigation, land for crops, aquaculture and animal husbandry and increased the loss of biodiversity, threatening food security. These three crises are affecting specially those that historically have been most vulnerable, rural and urban poor, women, children, elderly, disabled persons, increasing the number of food insecure people and deteriorating the conditions of those already affected. The number of hungry people in the world has reached the historic number of 1020, approximately one sixth of the world population; 53 million of which live in Latin America and the Caribbean. The road to achieve the Goal 1 is long, but the High-Level Conference on World Food Security of 2008, throws some lights: 1) solving the food crisis by ensuring access to food for the most vulnerable population; 2) increasing the local production and productivity, especially by small farmers; and 3) adapting policies and strategies to encourage adaptation or mitigation of the effects of the crises.

KEY WORDS: global crisis, threats to food security, rise in food prices, global financial crisis, climate change.


1. INTRODUCCIÓN1

1 Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad del autor y pueden no coincidir con las de la FAO.

La FAO considera que existe seguridad alimentaria cuando todos tienen acceso físico y económico, en todo momento, a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer su demanda dietética y preferencia cultural y así llevar una vida sana y activa. Esto supone que se cumplan cuatro condiciones: 1) que el suministro o la disponibilidad de alimentos sea suficiente; 2) que el suministro sea estable y no registre fluctuaciones ni escasez de una temporada a otra, o de un año a otro; 3) que los alimentos sean accesibles física y económicamente y 4) que estos sean de la calidad e inocuidad adecuadas.

El hambre genera conflictos dentro y entre países y tiene altos costos, especialmente para países en vías de desarrollo. La FAO estima que la subnutrición y la falta de consumo de vitaminas y minerales esenciales le cuestan la vida a más de 5 millones de niños al año y que para los hogares del mundo en desarrollo tiene un costo de más de 220 millones de años de vida productiva. Según un estudio presentado por la ONU, la desnutrición infantil costó a República Dominicana y América Central un 6,4% de su Producto Interior Bruto (PIB) durante 2006, cifra que se podría incrementar hasta un 10% al llegar al 2015 si no se hace nada al respecto. Un estudio estadounidense sobre el hambre en Estados Unidos, donde más de 35 millones de personas no cubren sus necesidades alimentarias, estima que el hambre tiene un costo de más de 90.000 millones de dólares al año, si se toma en cuenta las caídas en productividad, los costos médicos y las donaciones alimenticias.

A través de varias cumbres, la FAO ha posicionado el problema del hambre en la agenda de los países. Los Jefes de Estado o Gobierno que participaron en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación en 1996, afirmaron “Prometemos consagrar nuestra voluntad política y nuestra dedicación común y nacional a conseguir la seguridad alimentaria para todos y realizar un esfuerzo constante para erradicar el hambre de todos los países, con el objetivo inmediato de reducir el número de personas desnutridas a la mitad de su nivel actual no mas tarde del año 2015”. [Declaración de Roma, 1996]. Estos, en la Cumbre del Milenio del 2000, reafirmaron su compromiso al manifestar “No escatimaremos esfuerzos para liberar a nuestros semejantes, hombres, mujeres y niños, de las condiciones abyectas y deshumanizadoras de la pobreza extrema…” [Declaración del Milenio, 2000]. Sin embargo, los objetivos y metas establecidos en estas cumbres no serán logrados por muchos países.

Entre las causas de este incumplimiento sobresalen: falta de voluntad política; capacidades limitadas para la implementación de políticas, estrategias y programas; deficiencias legislativas; y más recientemente, por los impactos de tres crisis globales, la del alza de los precios de los alimentos, la financiera y la climática. Estas crisis confirman la interdependencia del mundo en que vivimos y magnifican el problema del hambre mundial.

Este documento tratará sobre las causas, amenazas e impactos que tienen estas tres crisis sobre la seguridad alimentaria.

Amenaza del alza de los precios de los alimentos

Los precios internacionales de los alimentos han subido vertiginosamente en los últimos cuatro años (FAO, 2008b). El índice de precios de los alimentos estimado por la FAO (ver Figura 1) muestra un incremento del 9% en el 2006, y del 23% en el 2007. En el 2008, los precios del trigo, arroz y maíz fueron 130, 66 y 38%, respectivamente, más altos que en el 2007 (FAO, 2008b).

Figura 1. Índice de los precios de los alimentos. FAO, junio, 2009
Figura 1. Índice de los precios de los alimentos. FAO, junio, 2009

Causas de alza en los precios de los alimentos

FAO ha identificado cinco causas del alza en el precio de los alimentos (FAO, 2008c). La primera es la baja en la producción de cereales causada por eventos climáticos en el 2006. La segunda es la reducción en la reserva mundial de cereales, causada por un aumento del 18,7% en la utilización de cereales. La tercera es el alza en el precio de los fertilizantes, transporte y energía para la industrialización de alimentos, causada por el incremento en el precio del petróleo. La cuarta es la utilización de grandes cantidades de productos alimentarios para la generación de bio-combustibles. Y la quinta es el aumento en el consumo de alimentos en países con economías emergentes.

Impacto del alza de los precios de los alimentos

Como lo muestra la Figura 2 (FAO, 2008b), los países más afectados son aquellos de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA) que suelen ser importadores netos de alimentos y de productos petrolíferos

Figura 2. Efecto del aumento de los precios de los alimentos.
(No. de personas subnutridas de 2003-2005 a 2007)
Figura 2. Efecto del aumento de los precios de los alimentos
FAO. 2008. El estado de la inseguridad alimentaria. Los precios elevados de los alimentos y la seguridad alimentaria: amenazas y oportunidades. Roma

En estos las filas de hambrientos se vieron engrosadas por aproximadamente 75 millones de personas más. Las consecuencias más visibles son la intensificación de la inestabilidad socio-política, incremento en la factura de importación, aumento en la vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria, crecimiento de la subnutrición / malnutrición, alza en el costo de la ayuda alimentaria y menor acceso a los medios de producción. Menos visible, pero no menos importante, son las difíciles elecciones que tienen que enfrentar las familias más desfavorecidas, debido a su rápidamente decreciente poder adquisitivo. Estas familias se ven obligadas a comprometer la atención sanitaria, la educación y otros gastos familiares no alimentarios para mantener la seguridad alimentaria

El futuro

Hoy, los precios de los alimentos aún se mantienen altos, luego de haber aumentado el 4,7% y el 2,6% en el 2007 y 2008, respectivamente. Las proyecciones a mediano plazo del Instituto Internacional de investigación y Políticas de Alimentos (IFPRI) y de la FAO/OECD indican que los precios seguirán aumentando durante los próximos 10-12 años, aunque se espera una leve baja en el 2009 y 2010 (ver Figura 3).,

Figura 3. El precio de los alimentos permanecerán altos durante la próxima década...
Figura 3. El precio de los alimentos permanecerán altos durante la próxima década...

Estas proyecciones se explican en base a tres supuestos, el primero es que la demanda de los bio-combustibles seguirá aumentando, el segundo es que la demanda de alimentos por los países con economías emergentes seguirá aumentando y el tercero es que los impactos del cambio climático seguirán afectando la producción y abastecimiento de alimentos.

Amenaza de la crisis financiera mundial

Impacto de la crisis financiera

La actual crisis financiera y económica está incrementando la pobreza y el desempleo, reduciendo la ayuda internacional y la inversión extranjera en los países en desarrollo, creando así nuevos retos para erradicar el hambre. Esta crisis dejó a más de un millón de latinoamericanos desempleados durante el primer trimestre de 2009, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional de Trabajo (OIT). “Esto significaría que entre 2,8 y 3,9 millones de personas podrían sumarse a los 15,9 millones de personas desempleadas que había en 2008 en las zonas urbanas”, según el análisis. Otros impactos de la crisis incluyen: a) disminución de las remesas entre el 5 - 8%, b) caída del comercio mundial entre el 5 – 9%, c) incremento del costo del crédito para países en desarrollo, d) reducción de la inversión extranjera en países en desarrollo y e) desatención a la crisis alimentaria (FAO, 2009b).

La crisis financiera y económica, sumada a la crisis del precio de los alimentos, está llevando a millones de personas a la inseguridad alimentaria, empeorando las condiciones de vida de muchos que ya vivían en inseguridad alimentaria, obligándoles a vender sus bienes y amenazando la seguridad alimentaria mundial a largo plazo. Los pobres (sin tierra, hogares encabezados por mujeres, pobres urbanos,) son los más duramente golpeados: su primera reacción a la crisis es, normalmente, reducir sus gastos alimentarios y rebajar la diversidad y la calidad. Los recortes en gasto sanitario ponen además en riesgo la situación nutricional de las familias vulnerables.

En comunicados de prensa el Director General de la FAO, Jacques Diouf y el ex presidente de EE.UU, Bill Clinton, señalaron el peligro de utilizar la crisis financiera mundial “como excusa” para evitar enfrentarse al aumento del hambre. Ambos también han añadido que, a largo plazo, tan solo la autosuficiencia agrícola puede ayudar a reducir el hambre en el mundo y evitar el riesgo de futuras dificultades financieras (FAO, 2009a).

Amenaza del Cambio Climático

El desafío del cambio climático

El cambio climático es un fenómeno continuo que afecta a la humanidad. Lo nuevo es que con la expansión de la actividad humana también se ha incrementado la emisión de gases, (por ejemplo, los provenientes del uso de combustibles y deforestación) lo que ha intensificado y aumentado la velocidad del calentamiento de la tierra. Esto ha afectado directamente la disponibilidad de tierras de cultivo y agua para el riego, la acuicultura, y la ganadería aumentando las pérdidas de la biodiversidad.

Los fenómenos climáticos extremos cada vez más frecuentes e irregulares, las sequías, el nivel más alto del océano y la creciente variabilidad del régimen de lluvias, ya tienen repercusión directa sobre la producción de alimentos, la infraestructura de distribución alimentaria, la incidencia de crisis alimentarias, los bienes y oportunidades para los medios de subsistencia y la salud humana (ver Figura 4).

Figura 4. Principales causas de las emergencias alimentarias
Figura 4. Principales causas de las emergencias alimentarias
Fuente: FAO. (2008). El estado de la inseguridad alimentaria. Los precios elevados de los alimentos y la seguridad alimentaria: amenazas y oportunidades. Roma

Estudios realizados concluyen que el cambio climático, que ya afecta a la agricultura, a los pobres del mundo y a la biodiversidad, también está afectando a los cuatro componentes de la seguridad alimentaria; es decir, la disponibilidad, el acceso, la estabilidad y la utilización de los alimentos. La disponibilidad de alimentos se ve afectada por la escasez de agua y/o el efecto de las altas temperatura sobre la producción. El acceso a los alimentos se ve afectado por el efecto negativo sobre los ingresos. La estabilidad de los sistemas alimentarios se ve interrumpida por la intensidad y frecuencia de los desastres.

Figura 4. Principales causas de las emergencias alimentarias
Figura 4. Principales causas de las emergencias alimentarias
Fuente: FAO. (2008). El estado de la inseguridad alimentaria. Los precios elevados de los alimentos y la seguridad alimentaria: amenazas y oportunidades. Roma

Y, la utilización de los alimentos por la alteración de la sanidad alimentaria y patrones alterados de las enfermedades - con vínculos negativos enfermedad-hambre. También es probable que los efectos de los cambios graduales en la temperatura y precipitación medias, sean discontinuos. Estos – positivos o negativos - pueden afectar la adaptabilidad de la tierra para diferentes tipos de cultivos y pastizales; salud y productividad de los bosques; la distribución, productividad y composición comunitaria de los recursos marinos; la incidencia y vectores de plagas y enfermedades; la pérdida de la biodiversidad y del funcionamiento del ecosistema; la distribución del agua de buena calidad para los cultivos, ganado y acuicultura; la pérdida de tierras arables (salinización, erosión, acidificación); los riesgos de la salud; y la migración interna o internacional (FAO, 2008a).

Riesgos para la seguridad alimentaria

Desde la perspectiva de la seguridad alimentaria, los riesgos inmediatos que surgen del cambio climático provienen de fenómenos extremos. En tanto que las tormentas, las inundaciones y las sequías ocurran con mayor frecuencia e intensidad, también aumentará la magnitud de la pérdida de bienes, afectando la producción agrícola y el poder adquisitivo de los consumidores. Las implicaciones de estos riesgos hace reconocer que a) la gestión de riesgos es una necesidad; b) es urgente adaptarse a los cambios previstos y c) la mitigación es una preocupación importante en el sentido que, si no logramos controlar el recalentamiento mundial, podríamos afrontar una discontinuidad de gran escala en los sistemas alimentarios (FAO, 2008a).

¿Quiénes son vulnerables?

  • Los medios de subsistencia con base agrícola, forestal o pesquera;
  • los sistemas agrícolas de secano; las poblaciones rurales;
  • las poblaciones urbanas pobres, especialmente las que viven en zonas costeras y;
  • mujeres, niños, ancianos, discapacitados y enfermos.

¿Quiénes serán vulnerables en el futuro?

La población urbana de ingresos bajos, la población que carece de seguros o de redes de seguridad, algunos sistemas de subsistencia, y algunos obreros agrícolas.

Alternativa: mitigación y/o adaptación

Entre los enfoques acertados para mitigar los efectos y la adaptación a los cambios climáticos sobresalen: a) elaborar nuevos modelos y aumentar el conocimiento sobre el clima; b) diversificar los medios de vida, adaptar la agricultura, pesca, las prácticas forestales y mejorar la gestión del agua y del suelo; c) mejorar los métodos de vigilancia y alerta temprana; d) elaborar medidas de gestión del riesgo de desastres; e) ajustar planes de uso de la tierra y planes de seguridad alimentaria; f) realizar análisis de costo – beneficio, incluyendo componentes de riesgo; g) promover las mejores prácticas de producción y h) implementar nuevas políticas y estrategias de apoyo a la agricultura para la adaptación.

Situación Actual de la Alimentación y Subnutrición

El hambre proyectada en el mundo llega a un pico histórico de 1.020 millones de personas hambrientas en el mundo, según las últimas estimaciones publicadas (FAO, 2009a). La mayoría de las personas subnutridas del mundo, viven en países en desarrollo. En Asia y el Pacífico, se calcula que 642 millones de personas sufren de hambre crónica; en el África Subsahariana, 265 millones; en América Latina y el Caribe 53 millones; en el Cercano Oriente y África del Norte 42 millones, y en los países desarrollados 15 millones.

El incremento más rápido de hambre crónica se experimentó recientemente entre los años 2003-05 y 2007. Tan solo en ese periodo, 78 millones de personas se añadieron a la cifra total de personas subnutridas debido a los elevados precios de los alimentos. (FAO, 2008b).

Este reciente aumento en el hambre es producto de la crisis económica mundial que se ha traducido en menores ingresos y el aumento del desempleo, limitando aún más el acceso a los alimentos a los más pobres. La peligrosa combinación entre desaceleración económica y el constante incremento de los precios en los alimentos empujó a unas 100 millones de personas más al hambre crónica y la pobreza respecto al año pasado. (Este análisis fue realizado por el Departamento de Agricultura de los EE UU (USDA) y el Servicio de Investigación Económica (ERS).

¿Y cómo va América Latina y el Caribe?

El número de personas con hambre en América Latina y el Caribe había bajado de 53 millones en 1992 a 45 millones en 2005, pero esa tendencia se revirtió. Se gozaba de un avance notable en la reducción de la proporción de personas hambrientas. Se había descendido del 20% en 1990-92 hasta menos del 18% en 1995-97 y ligeramente por encima del 16% en 2003-05. No obstante, el alza de los precios de los alimentos elevó el número de personas subnutridas en América Latina y el Caribe a unos 51 millones para el 2007 (FAO, 2008b).

Entre todas las subregiones, América del Sur, ha obtenido el mayor éxito en la reducción del hambre, con 10 países de 12 situados en el buen camino para lograr la meta del ODM 1. Apoyados por niveles relativamente elevados de renta nacional, un crecimiento económico sólido y un fuerte aumento de la productividad en sus sectores agrícolas, cinco países de América del Sur (Argentina, Chile, Guyana, Perú y Uruguay) han alcanzado el objetivo de la CMA y la meta de los ODM. (ver gráfico)

Sin embargo, en otros países de la región el progreso no ha sido tan uniforme. Costa Rica, Jamaica y México se han unido a Cuba en la lista de países que han alcanzado con éxito el objetivo de la CMA y la meta de los ODM de reducción del hambre en 2003-05. Por otro lado, El Salvador, Guatemala, Haití y Panamá continúan experimentando dificultades en la reducción de la prevalencia del hambre. A pesar de enfrentarse a una constante inestabilidad política y económica, así como elevadas cifras de pobreza y hambre, Haití ha registrado una pequeña reducción de la subnutrición desde 1990-92. No obstante, con el 58% de la población afectada por el hambre crónica, el país padece uno de los niveles de subnutrición más elevados del mundo (FAO, 2008b).

Conseguir la Seguridad Alimentaria en Época de Crisis

El Reto para América Latina y el Caribe

América Latina y el Caribe pueden lograr los ODM enfrentando estos desafíos con políticas, estrategias y programas acertados que: a) eliminen limitaciones – vacíos institucionales; b) aumenten el financiamiento para la agricultura; c) reduzcan los niveles de pérdidas postcosecha y escaso valor agregado; d) eliminen la distorsión del mercado de productos alimentarios; e) corrijan el sesgo urbano de las políticas macroeconómicas y f) reduzcan la burocracia del sector público.

El camino es largo

Las recomendaciones emanadas de la Conferencia de Alto Nivel sobre la Seguridad Alimentaria Mundial del 2008, proponen tres acciones para lograr la seguridad alimentaria: 1) resolver la crisis alimentaria, 2) aumentar la producción y productividad local y 3) adaptar las políticas nacionales.

  1. Resolver la crisis alimentaria
  2. Esta acción debe buscar asegurar el acceso a los alimentos por los estratos más vulnerables de la población, a través de ayuda alimentaria y expansión de las “redes de solidaridad” – bonos de alimentos, entrega de efectivo, generación de empleos, alimentación escolar, esquemas de seguros. Merecen especial atención mujeres embarazadas y mujeres lactantes, niños menores de 5 años, discapacitados, personas de la tercera edad y personas afectadas por VIH/SIDA (FAO, 2008c).

  3. Aumentar la producción y productividad local
  4. La segunda acción debe enfocar los esfuerzos a potenciar a los pequeños productores a expander su producción e incrementar su productividad, aumentando su acceso a tierras, agua, semillas, fertilizantes, conocimientos/tecnología y créditos, entre otros (FAO, 2008c).

  5. Adaptar las políticas
  6. Los países deben preparar políticas y estrategias para:

    1. Establecer sistemas de monitoreo de inseguridad alimentaria;
    2. identificación y evaluación de las medidas para potenciar a los productores;
    3. evaluación de cambios en apoyo e impuestos;
    4. evaluación y fortalecimiento del sistema de abastecimiento, especialmente para los grupos vulnerables;
    5. evaluar el rol de las reservas nacionales para reducir el impacto de la fluctuación inter-anual de precios;
    6. desarrollar redes de seguridad social efectivas sostenibles en el tiempo;
    7. lograr la participación efectiva del sector privado en el relanzamiento de la agricultura;
    8. establecer mecanismos efectivos para la implementación de medidas comerciales.
    9. Revisar las políticas actuales sobre agro-combustibles.
    10. Promover la coordinación de políticas a nivel internacional.
    11. Invertir en la agricultura y desarrollo rural.
    12. Asegurar la sustentabilidad ambiental.

La FAO y sus socios apoyan esfuerzos que permitan a la agricultura, pesca y silvicultura afrontar las necesidades de mitigación y adaptación al cambio climático y apoyan el desarrollo de opciones de agro-energía, adaptadas al contexto nacional, que promuevan sinergismo con la seguridad alimentaria, reducción de la pobreza y ecosistemas sanos. Es preciso señalar la importancia de la coordinación de las políticas nacionales con las internacionales, especialmente con las regionales y subregionales (FAO, 2008c).

Referencias Bibliográficas

  1. FAO. (2008)a. Cambio Climático, energía y alimentos. Roma
  2. FAO. (2008)b. Los precios elevados de los alimentos y la seguridad alimentaria: amenazas y oportunidades. Estado de la inseguridad alimentaria en el mundo. Roma
  3. FAO. (2008)c. Soaring food prices: The need for international action. High-level conference on world food security: The challenges of climate change and bio-energy. 3 – 5 June 2008, Rome.
  4. FAO. (2009)a. 1.02 billion people hungry. Nota de prensa, 19 de junio, 2009.
  5. FAO. (2009)b. Inseguridad alimentaria: Crisis combinadas revierten tendencia positiva en la lucha contra el hambre en América Latina y el Caribe. Comunicado de prensa de la Oficina Regional. (Disponible en: www.rlc.fao.org/es/prensa/coms/2009/45.pdf.) (Consultado en: junio, 2009).